He estado leyendo un libro de Scott Berkun, uno de los 5 que ha escrito, llamado “Myths of Innovation”, algo así como, “Los mitos de la innovación” en español, es muy interesante ya que nos hace reflexionar la manera en que nosotros, las personas, los medios y la empresas hacemos del uso de la palabra innovación.
Y es que Scott nos denuncia que la palabra innovación está en crisis. No se tiene un super héroe de la innovación que esté volando alrededor del mundo a velocidades innovadoras, utilizando herramientas ninjas innovadoras que se encargue de prevenir el abuso de esta palabra. Decir simplemente que algo es grande o maravilloso no significa que sea innovador, sin embargo, como el éxito de la comercialización y la publicidad lo demuestra, esto no impide que la gente trate de llamarlo innovación. La palabra innovación se utiliza con tanta frecuencia que ya no significa nada.
Hoy, y desde hace mucho tiempo, la mayoría de lo que la gente cree acerca de las ideas, desde su origen hasta su materialización en cosas que cambian el mundo, se basa en fuentes superficiales. Vemos películas que ofrecen las historias de éxito, y escuchamos cuentos de genios legendarios y sus destellos de perspicacia, cuentos transmitidos degeneración en generación,pero pocos se remontan a ver si alguna de esas historiasen realidad sucedió. Y cuando tratamos de trabajar con ideas de nosotros mismos, experimentamos una realidad tan distante delo que se nos ha enseñado a esperar que es fácil dar se por vencido. Incluso si luchamos en la confusión, estamos persiguiendo nuestras conjeturas de cómo debería de ser el proceso.
La palabra innovación se utiliza con demasiada frecuencia hoy en día por lo que ha perdido cualquier significado. Lo más útil para nosotros, tal vez, es que de sus muchos significados que encuentras en un diccionario, el más impactante es el cambio positivo significativo. Si lo que se está ofreciendo representa un cambio positivo importante para quien se ofreció, por definición, es una innovación. Esto hace que se generen declaraciones tales como “Innovamos cada día” o “Estamos en el negocio de la innovación”, pero, si algo se hace regularmente, ¿cómo puede representar un cambio significativo? Incluso si es posible, la turbulencia que se generaría a ese ritmo de cambio es poco probable que fuera positiva (a excepción de un puñado de personas que se benefician del caos).
Esta definición también pesa a los creadores al tratar de comprender la perspectiva de los beneficiarios. Si se trata de un cambio positivo para el cliente, incluso si las ideas que están siendo utilizadas han existido por años, es una innovación para ellos. Esto es genial: antes de que nadie puede llamar a algo una innovación, tienen que encontrar clientes felices que también utilicen esa etiqueta al producto (o que digan: “Este es un cambio positivo importante!”). Puede que sólo significa que lo que está viejo y cansado para ti es el nuevo y excitante para otra persona. Más de mil millones de personas en el mundo no tienen electricidad ni agua potable. Si pones un 7-Eleven, con refrigeración, plomería, y acceso a Internet WiFi junto a su chozas, llamarían sin duda la la tienda, y todo el interior, una innovación. Y por la misma razón, si un extraterrestre aterrizó en su patio trasero con un motor warp viejo, destartalado, algo que él y todos sus compañeros alienígenas han tenido durante años, aún sería una innovación en su caso.
Scott ha logrado identificar los mitos que giran alrededor de la palabra innovación, he seleccionado algunos de los mitos que Scott menciona en su libro, compartiré con ustedes algunos de ellos, si tiene oportunidad, lean el libro, se los recomiendo.
Magnifico articulo , aunque me temo que muchos “innovadores” te veran como una amenaza para su discurso político.
Yo también tengo serios problemas con el abuzo de la palabra innovación. Para mi país subdesarrollado o en vias de desarrollo que es lo mismo, me parece que la innovación es una perdida de foco y recursos…creo que nos haría mejor aplicar la teoría de a COPIA.