Como elegir el futuro de nuestra empresa.
Cuando cada persona que participa en la dirección de la empresa espera algo de ella, tiene un conjunto de objetivos, al menos en el nivel de “sueños” o “deseos”. El problema de falta de objetivos claros se detecta por la disparidad en la apreciación de la situación actual y las expectativas a futuro de la empresa. Algunas de las circunstancias en las que es común que se presente este problema son las siguientes:
- Cuando hay varios directivos en la empresa (muy común en empresas familiares o de amigos), cada uno puede esperar cosas distintas de acuerdo con su situación.
- Cuando el propietario-director trabaja aislado, es común que los gerentes y el personal en general no conozcan otro objetivo más que “ganar dinero para el patrón”.
- Cuando el crecimiento de la empresa ha requerido de más y más gente y al dueño-director le falta tiempo para tener contacto personal con todos.
Como hemos comentado, los objetivos pueden estar a nivel de sueños o deseos y en ese caso hace falta el análisis de lo que implica el logro de cada objetivo y de esta forma considerar “los objetivos detrás de los objetivos”. Por ejemplo, es necesario tener bien claro qué implica crecer en ventas o crecer al 100%.
Y.. ¿Qué tengo que considerar?
En la práctica, cuando establecemos objetivos en las PYMES tenemos que considerar lo siguiente:
- La dedicación del tiempo del director (muchas veces dueño) en la operación es un obstáculo permanente para dedicar tiempo a definir sus planes. Por lo tanto, si se desea apoyarle a hacer explícitos sus deseos, es necesario ajustarse al menor tiempo posible. Los sistemas de planeación muy estructurados, generalmente plantean requisitos de información previa a la determinación de objetivos que consumen mucho tiempo. Se trata de simplificar, sobre todo en la cantidad de información para análisis interno y externo, nunca en la profundidad del mismo.
- Un diagnóstico inicial de la empresa es útil como punto de partida.
- Hacer explícitos los deseos para el futuro de la empresa no es un proceso totalmente racional. Los sentimientos de los participantes estarán siempre presentes y no siempre será fácil manejarlos. Si hay varios participantes y cuando los entrevistamos por separado para conocer sus opiniones se nota conflicto en algunas de ellas, es necesario encontrar puntos de convergencia y enfocar en ellos los objetivos y, para un proceso más profundo de determinación de objetivos conviene la presencia de un experto.
- Es conveniente como consultor haber ganado previamente la confianza de los participantes y haber establecido una cierta relación personal. Sin embargo, al momento de apoyar la determinación de objetivos es necesario mantenerse racional y no guiarse por “simpatías” para evaluar.
Determinar los objetivos que se persiguen es un proceso fundamental para después intentar cualquier tipo de mejora. Los objetivos definidos podrían cambiar la perspectiva desde la que se jerarquizaran las mejoras necesarias. Lo ideal sería empezar todo el proceso de mejoras con la determinación de objetivos, pero por otro lado, conviene empezar la consulta con mejoras de resultados visibles de inmediato o a corto plazo.
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